Vocativos

Recuerdo la primera ocasión en que utilizaste un vocativo diferente a mi nombre para nombrarme, me llamaste ‘nena’. El mundo se paralizó, no sabía cómo reaccionar. La costumbre dictaba reclamarte que yo no era una ‘nena’, que mi nombre era ‘Denisse’ y así quería ser llamada. Sin embargo, no sentía el enojo característico de los precedentes. Opté por ignorar tu atrevimiento, cuando en realidad acababas de detener mi corazón.

Tú puedes llamarme como quieras: ‘Denisse’, ‘nena’, ‘guapa’, ‘mi amor’, ‘perra’, ‘señorita’; si viene de ti, todo me gusta.

vocativo

Deja un comentario